El Gobierno acepta las disculpas de los Testigos de Jehová tras la suspensión de sus funciones.

Sus dirigentes se han comprometido a no volver a incumplir con actos institucionales establecidos por ley.

El Ejecutivo de Guinea Ecuatorial ha autorizado nuevamente el funcionamiento de la organización religiosa de los Testigos de Jehová en todo el territorio nacional, tras una etapa de diálogo y reflexión que ha culminado con el compromiso de sus líderes de respetar el marco legal vigente.

La suspensión, impuesta semanas atrás debido a la negativa del grupo a participar en una ceremonia oficial, fue reconsiderada luego de que sus representantes presentaran una solicitud formal de perdón y asumieran su responsabilidad ante las autoridades.

Mediante una resolución firmada por el ministro de Justicia, Culto y Derechos Humanos, Reginaldo Biyogo, se ha oficializado la rehabilitación de sus actividades. El documento reconoce la actitud cooperativa de los responsables de la iglesia y su disposición a cumplir con las normativas del país.

El delegado de la confesión en Guinea Ecuatorial, Francisco Escobar Alba, ha expresado en nombre de su comunidad el deseo de continuar sus labores religiosas de manera pacífica y en armonía con el orden institucional. Esta postura ha permitido restablecer la relación entre la confesión religiosa y el Estado.

Por otra parte, S.E. Nguema Obiang Mangue, reforzó su papel como figura fundamental en este proceso de levantamiento de la suspensión al recibir el pasado 22 de mayo en el Palacio del Pueblo de Malabo a una delegación internacional de dicha confesión religiosa.

Durante el encuentro, el Vicepresidente de la República reconoció la trayectoria pacífica de esta comunidad religiosa en el país, pero también recordó la obligación de todas las confesiones de respetar las leyes nacionales. Por su parte, los representantes internacionales de los Testigos de Jehová manifestaron su respeto a las autoridades ecuatoguineanas y aseguraron que el incidente fue producto de una mala interpretación.

Este paso, tanto político como diplomático, consolidó el liderazgo de la Segunda figura del Ejecutivo en la promoción del diálogo y la estabilidad religiosa, dejando claro que la convivencia pacífica solo es posible dentro del marco legal y del respeto mutuo.

Redacción: Aitor Reinaldo NZANG MAKOSSO